El clima de trabajo según Fernández y Asensio (1993), citando a Stewart (1979)puede ser entendido como tono o atmósfera general del centro educativo o de clase, percibido fundamentalmente por los estudiantes y entendido como cualidad organizativa. El clima en el aula debe ser un factor que como docentes deberemos de propiciar en nuestras aulas, es importante que el ambiente en que trabajemos sea positivo que exista una buena comunicación profesor-alumno y sobre todo entre todos los miembros de la clase siendo imprescindible el respeto, el apoyo de unos alumnos a otros, la amabilidad, la solidaridad, la igualdad de derechos y oportunidades,un ambiente físico agradable donde se tenga en cuenta el cuidado y la limpieza de las infraestructuras,y unas normas aceptadas por todos,para ello también es importante el trabajo cooperativo donde propiciaremos que los alumnos se comuniquen en mayor medida y puedan servirse de ayuda unos a otros y sobre todo la comunicación y participación de las familias con la escuela con actividades conjuntas,ya que todo esto influye en el desarrollo social, emocional e intelectual de nuestros alumnos y nos llevará a conseguir un adecuado clima de convivencia donde todos los alumnos se sientan bien consigo mismo y con el ambiente creado, favoreciendo un mejor ambiente de trabajo.
Alba Carmona:
'Martín Bris (1999) se señala sobre el concepto de clima,
que encontramos una deficiencia clave para el estudio del clima: «la falta de una teoría científica sobre el
clima institucional que nos permita conocer su estructura, dimensiones
subyacentes, relaciones entre variables, etc.'
Hay veces que en nuestra labor como docentes nos
encontraremos , con muchas dificultades que impiden lograr aprendizajes significativos y efectivos.
El clima en el aula, es la capacidad de hacer cambios reales
y efectivos en las clases, que lleven directamente a una efectividad y posterior logro de aprendizajes
significativos. El clima en el aula, involucra tanto alumnos, como docentes,
directivos, padres y a toda la comunidad educativa.
Es muy importante el clima escolar, ya que es un factor que
influye y en ocasiones condiciona significativamente el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Las salas de clase que son manejadas de forma efectiva, son las
aulas donde fluye el trabajo con facilidad y los alumnos se comprometen con su
aprendizaje.
Para lograrlo, como docentes
hay que aplicar amor, empatía, fortaleza etc. Se debe establecer en el
aula un clima de relaciones respetuosas y de confianza con y entre los alumnos,
donde la empatía, la tolerancia logren imponerse a cualquier diferencia que
puedan parar el logro de los objetivos que queremos conseguir.
El trabajar en equipo y las buenas prácticas dentro del
aula, están basadas en el respeto mutuo, la diversidad, la aceptación,
autoestima y la responsabilidad. Es bueno intentar crear con los alumnos unas
normas de convivencia para todos basadas en el respeto y utilizar elementos que
les motiven a la hora de realizar tareas y actividades.
Si conseguimos tener un buen clima en clase, conseguiremos
tener emocional e intelectualmente un mejor desarrollo del ambiente del aula
entre todos y para todos.
Laura Bruña Arroyo:
El autor Mario Martín Bris nos dice que las organizaciones
educativas son entendidas como el lugar en el que confluyen todos los elementos
y los factores del sistema y por lo tanto el clima o ambiente de trabajo
constituye uno de los factores determinantes que facilita, no sólo los procesos
organizativos y de gestión, sino también de innovación y cambio.
El clima hace referencia a la organización (empresa, centro
escolar…)
Hay dos elementos básicos en toda organización: la estructura,
que son los elementos físicos y los procesos, por lo tanto, el clima sería el
resultado de la unión de todos estos elementos en un contexto determinado.
Tanto clima como cultura escolar se utiliza para referirse a
un conjunto de factores que pueden favorecer o dificultar la labor de los
centros educativos. Se puede identificar clima y cultura cuando se refiere al
conjunto de valores, prácticas y estructuras organizativas escolares que llevan
al centro escolar a funcionar de manera concreta.
Los dos términos se suelen relacionar con la ´´atmósfera``
del centro educativo y se considera deseable una atmósfera que aumente y
estimule la comunicación, la interacción, la participación en la toma de
decisiones, el compromiso, el apoyo mutuo entre los integrantes del centro, la
innovación, etc.
Además, crear un buen clima de trabajo en el aula es
imprescindible para que los alumnos trabajen conjuntamente y
así aumentar la solidaridad, la confianza, la motivación y otros valores
considerados importantes para desarrollarse como persona.
Se tiende a producir una mejora del centro educativo a
través de la mejora del clima escolar y de la cultura escolar.
Elsa Belda Leal:
Elsa Belda Leal:
Para empezar con la lectura, empezaremos con la definición de clima según Fernández y Asensio: «El ambiente total de un centro educativo determinado por todos aquellos factores físicos, elementos estructurales, personales, funcionales y culturales de la institución que, integrados interactivamente en un proceso dinámico específico, confieren un peculiar estilo o tono a la institución, condicionante, a su vez, de distintos productos educativos». Aunque es difícil definirlo exactamente ya que hay mucha variedad terminológica y conceptual acerca del clima.
Esta lectura basicamente nos habla acerca de la importancia que tiene un buen clima en el aula y como la cultura es uno de los factores determinantes en este clima del que hablamos.
Hay diversos enfoques acerca del clima, o en su defecto hay «tres posiciones o líneas de pensamiento en torno al clima de las organizaciones: la objetiva, la subjetiva, la individual»:
- El clima sería algo objetivo, medible por las organizaciones; es el conjunto de características objetivas de la organización.
- Desde una visión subjetiva, pero colectiva, del clima; viene a ser algo así como la percepción colectiva de la organización en su conjunto y/o de cada uno de sus sectores.
- Destaca el subjetivo, pero individual del clima; es un constructo individual, es decir, cada persona elabora su visión de la organización y de las cosas que suceden.
Además nos encontraremos con la cultura, la cual es uno de los elementos mas destacables que configuran el clima. Según Antúnez (1993: 488), la cultura la concebimos como «un conjunto de significados, principios, valores y creencias compartidas por los miembros de la organización que dan a ésta una identidad propia y determinan la conducta peculiar de los individuos que la forman y la de la propia institución». La escuela es un espacio donde hay mucho intercambio de culturas, por lo que no es raro pensar que es uno de los factores mas influyentes para fomentar el trabajo entre iguales.
A modo de conclusión, podemos afirmar que el clima en los centros, puede ser considerado como un elemento fundamental de las organizaciones . El clima debe ser colaborativo. Que se caracterice por el respeto, la colaboración y la comunicación; los cuales son factores que se pueden ver alterados, como hemos visto en la lectura, por causa dela cultura.
Rebeca Conde Acero:
Rebeca Conde Acero:
El clima de trabajo en las
organizaciones, como en el sistema educativo, es un factor fundamental como
ambiente escolar, que facilita los procesos organizativos, de gestión, de
innovación y de cambio. Éste es resultado de numerosas interacciones y
planteamientos organizativos a través de la comunicación, participación,
confianza y respeto del centro educativo. Por ello, el clima en las aulas
afecta de una manera clara en los resultados que se quieren obtener y por lo
tanto en la calidad del centro y
la educación que imparte.
Un adecuado clima debe darse
desde la particularidad del aula hasta la generalidad del Centro escolar. Ya
que a través de él se crea una adecuada disposición a realizar un trabajo
conjunto en equipo, con innovaciones, y promoviendo cambios positivos en todos
los miembros de la comunidad educativa y el ambiente escolar.
Sobre el concepto de clima encontramos
diversas definiciones de autores pero cabe
destacar en el trabajo de recopilación de
definiciones de clima, por el autor Anderson (1982), citadas en
el texto y la posterior definición de Fernández y Asensio (1993), citando a Stewart
(1979) definen el clima: «El ambiente total de un centro educativo determinado
por todos aquellos factores físicos, elementos estructurales, personales,
funcionales y culturales de la institución que, integrados interactivamente en
un proceso dinámico específico, confieren un peculiar estilo o tono a la
institución, condicionante, a su vez, de distintos productos educativos».
Sobre este concepto de
clima, se han creado distintos instrumentos de medida como los trabajos de
Likert (1969), a los que hacen referencia, entre otros, Brunet (1987),
Garmendia (1990), Martínez (1990), Martín (1994, 1996, 1999), Zabalza (1996),
Asensio (1992). Ojembarrena (1997), R. Tagiuri o Zabalza (1996: 269).
En conclusión y tras las distintas aportaciones de los autores nombrados
en el texto está claro que el Clima algo complejo y cambiante difícil de
definir, ligado a la organización y armonía del Centro educativo que afecta en
los resultados, entendidos éstos no sólo como resultados académicos, sino también
en la satisfacción de los trabajadores y alumnos, en su desarrollo tanto personal, como
intelectual y profesional. Éste se crea colectivamente a partir de
actitudes y comportamientos de los miembros de la comunidad educativa en su
actividad y función.
Tal como señaló Zabalza
(1996: 273) el clima se ve afectado por los objetivos de las organizaciones, se
construye subjetivamente tanto
individualmente como colectivamente y acaba afectando a las conductas y
actitudes individuales y colectivas. Brunet además (1987: 29-31), apunta hay cuatro
factores fundamentales que afectan y determinan el Clima escolar: el contexto,
tecnología y estructura, la posición jerárquica del individuo y remuneración,
los factores personales (personalidad, actitudes y nivel de satisfacción), percepción
que tienen sobre el clima los que forman parte del mismo.
En el texto también se
muestran dos tipos de clima con, a su vez, dos subdivisiones: 1.Clima de tipo
autoritario: Sistema I: Autoritarismo explotador. la dirección no tiene
confianza a sus empleados y toma la mayoría de las decisiones; Sistema II:
Autoritarismo paternalista, en el que la dirección tiene una confianza
condescendiente en los empleados, de manera que la mayoría de las decisiones
las toma la dirección pero el resto de los miembros también forman parte de
alguna de ellas. 2. Clima de tipo participativo con: Sistema III: Consultivo.
La dirección en un clima participativo tiene confianza en sus empleados. La
política y las decisiones se toman generalmente en la cima, pero también toman
parte el resto de miembros; Sistema IV: Participación en grupo. La dirección
tiene plena confianza en sus empleados. La toma de decisiones está organizada
según la función de cada uno.
El Clima necesita sin duda participación,
comunicación, motivación, confianza y otros aspectos como los métodos utilizados,
la gestión, etc. Debe ser comprometido, abierto, enriquecedor, innovador y transformador.
Este clima está claro que está directamente ligado a la cultura y tanto uno
como otro son organizaciones que aprender e intentan mejorar.
En definitiva el clima es un
elemento importantísimo en la organización escolar y en general, en todo el
conjunto educativo el cual debe ser capaz de aprender de los errores, mejorar,
y con ello responder a los restos educativos planteados por las instituciones, organizaciones
y por la misma educación.
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